A veces creemos que el apego seguro es aquel en el que nuestros hij@s/alumn@s están sobreprotegidos, y nada más lejos de la realidad. El apego no es más seguro cuanto más hagamos por/para ellos, este tipo de apego es aquel en el que el niñ@ se sienta CAPAZ, y esto es porque nosotros le validamos, les dejamos ser.
¿Cuál es nuestro objetivo en el apego seguro?
Validar, confiar y dejar ser.
Nuestra principal labor a la hora de crear un apego seguro es mostrar al niñ@ que confiamos en él y sus posibilidad, que sabemos que puede y que siempre si algo no va bien, estaremos ahí. El niñ@ necesita sentirse libre y capaz, y esto es algo que podemos validar estando ahí si nos necesita, pero sin intervenir en su propia acción.
¿Cómo detectamos un apego inseguro?
Desde mi faceta de educadora infantil lo tengo algo más fácil, ya que desde el punto de vista de padres es mucho más difícil ser objetivos. Apego inseguro es aquel en el que el infante muestra determinados comportamientos en los que necesita que el adulto esté no sólo presente, sino que el adulto esté en continuo contacto con él.
Si esto no ocurre se suelen angustiar, tensar…La separación o no contacto con el adulto le hace sentirse inseguro, incapaz, lo que les hace pasarlo realmente mal. Se enfadan si después de un momento de angustia les intentas calmar. Necesitan de nosotros para poder sentirse seguros, que no capaces.
Recordemos que el apego seguro es aquel en el que se sienten CAPACES por sí mismos, si esto depende de nosotros, no estarán nunca seguros realmente de sus capacidades.
¿Cómo podemos fomentar el apego seguro?
Debemos estar siempre presentes, no necesariamente en contacto. El niño necesita saber que estamos ahí por si nos necesita, lo que no necesariamente implica contacto o mucha cercanía.
Debemos dejarles hacer, confiando en sus posibilidades y validar todo lo que realizan (si se pone de pie por sí sólo, necesita saber que estamos pendientes, si se cae acudimos, si lo consigue lo validamos » te has puesto de pie solo» «¡lo has hecho tu solo!»…)
Cuando pasan momentos tranquilos, mostrando seguridad, dedicarles también tiempo se calidad exclusiva con ellos, cogerles en brazos…Esto refuerza muy positivamente.
¡Os doy algunas claves útiles para el día a día!
Cerca, pero lejos
Recordemos que los niños son seres SOCIALES por naturaleza, necesitan de nosotros, pero debemos proporcionarles una seguridad que sólo puede darse si les dejamos SER, PERTENECER y para esto debemos estar ahí, cerca pero lejos a la vez. Por ellos mismos conseguirán todo lo que se propongan si les proporcionamos SEGURIDAD.
La importancia del Periodo de Vinculación y Acogida
Desde mi experiencia personal, este curso ha sido el primero en el que realmente he trabajado el comienzo de curso como un verdadero Período de Acogida/Vinculación, y esto es lo que me ha hecho detectar posibles casos de apego inseguro, así como otras necesidades de los demás niñ@s. Gracias a un correcto período de vinculación es posible ver mucho sobre cada infante. Para esto necesitamos ser realmente conscientes de lo que este período significa para el niñ@, su familia y nosotr@s mism@s.
Trabajo en equipo
Una vez conocemos más al niñ@ y a la familia, gracias al intercambio de comunicación diaria, nos será mucho más fácil detectar un tipo de apego seguro o inseguro, valorar cómo podemos ayudarnos los unos a los otros y afrontar esta situación para, consensuadamente, ponernos a trabajar cómo mejorar la situación y trabajar en equipo, por y para el niñ@, recordando siempre que ELLOS SON EL CENTRO, y su bienestar y seguridad lo más importante.
Si eres educador/a OBSERVA, si eres padre/madre CONFÍA en lo que los educadores o maestros observan y acude a ellos para solucionar tus dudas y que os den recursos para poder conseguir un apego seguro bidireccional.
“Juntos hacemos escuela”
Para más cosas bonitas podéis visitar este enlace
Y os recomendamos este post: 10 razones geniales para llevar a los peques a una escuela infantil